Hola gente, este es mi primera historia que publico en este foro y siempre me a dado curiosidad que opinan las demás personas con mis cuentos y relatos, por eso eh decidido empesar a publicarlas en este foro, por favor sean sinceros y espero que les guste c:
-Hoy hace frió-, temblando pensaba, el sol se había metido hace horas y la luna en todo su esplendor brillaba, el viento jugando resoplaba fuerte, era la felicidad de tus hijos madre naturaleza, la noche retumbaba con fuerza provocando un espectáculo de luces, el cielo tenía un suave tinte rosado
-Nevara- dije susurrando en la ventana, caían suaves y pequeñas gotas de lluvia, era un fresco roció, de invierno advirtiendo que pronto empezaría a caer alegría blanca, pura y mágica, tal como estas fechas del año; más tarde sentada con una cobija encima de las piernas, y en la mano una taza de buen chocolate caliente, leía un libro con la luz tenue y mis lentes puestos alguien llama a la puerta, me asomo por la ventana, era el con la nariz roja, abrigado, -¿qué es lo que querrá?- una pregunta que repentinamente apareció en mi mente, abrí la puerta lentamente -¿Qué quieres dem ?- interrumpida por un beso bajo pequeños copos de nieve caían sobre los dos es que no quiero perderte, perdóname - sus ojos rojos en desesperación después de la discusión de la tarde, no se hicieron esperar más besos mientras él me abrazaba, mis ojos se inundaban en lágrimas, no sé si eran por las mordidas o el simple hecho de que me busco y odiara el hecho de perderme, sus manos traviesas acariciaban, mi espalda, en un golpe de calor empujamos la puerta, prenda tras prenda fue desapareciendo, hasta quedar completamente desnudos, cada caricia, cada beso, su aliento, sentir su temperatura, no solo hacían las cosas especiales, si no que me hizo sentir hasta lo más profundo de mi alma, detuvo el tiempo, se alargó un instante de mi vida, nuevamente pudo hacerme la noche especial .
-Hoy hace frió-, temblando pensaba, el sol se había metido hace horas y la luna en todo su esplendor brillaba, el viento jugando resoplaba fuerte, era la felicidad de tus hijos madre naturaleza, la noche retumbaba con fuerza provocando un espectáculo de luces, el cielo tenía un suave tinte rosado
-Nevara- dije susurrando en la ventana, caían suaves y pequeñas gotas de lluvia, era un fresco roció, de invierno advirtiendo que pronto empezaría a caer alegría blanca, pura y mágica, tal como estas fechas del año; más tarde sentada con una cobija encima de las piernas, y en la mano una taza de buen chocolate caliente, leía un libro con la luz tenue y mis lentes puestos alguien llama a la puerta, me asomo por la ventana, era el con la nariz roja, abrigado, -¿qué es lo que querrá?- una pregunta que repentinamente apareció en mi mente, abrí la puerta lentamente -¿Qué quieres dem ?- interrumpida por un beso bajo pequeños copos de nieve caían sobre los dos es que no quiero perderte, perdóname - sus ojos rojos en desesperación después de la discusión de la tarde, no se hicieron esperar más besos mientras él me abrazaba, mis ojos se inundaban en lágrimas, no sé si eran por las mordidas o el simple hecho de que me busco y odiara el hecho de perderme, sus manos traviesas acariciaban, mi espalda, en un golpe de calor empujamos la puerta, prenda tras prenda fue desapareciendo, hasta quedar completamente desnudos, cada caricia, cada beso, su aliento, sentir su temperatura, no solo hacían las cosas especiales, si no que me hizo sentir hasta lo más profundo de mi alma, detuvo el tiempo, se alargó un instante de mi vida, nuevamente pudo hacerme la noche especial .