Quiero presentaros la primera novela que han publicado a un amigo. Anteriormente había autopublicado un par de obras en amazon, pero en este caso ha sido Playa de Ákaba la encargada de presentar esta novela corta.
(aviso que yo no gano nada con esto y no aceptaré quejas si os animáis a leerle :p, los que hayáis leído alguna de sus otras creaciones sabéis a lo que os atenéis)
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Mi padre, ese idiota
Carlos Segovia
Mi padre, ese idiota es una comedia, una novela corta, un monólogo teatral, una reescritura del mito de Edipo, la antítesis de la Carta al padre de Kafka, una mirada ácida sobre las relaciones de familia y el mundo literario; a fin de cuentas, una bufonada. Porque en la corte solo el bufón tiene derecho a la palabra y a decir la verdad.
Si se trata de ficción o de biografía, de realidad o invención, es algo que el autor nunca nos dejará del todo claro en este selfie literario, en este Proust enloquecido. Un padre aparecido de entre los muertos, un narración incesante que simula una sesión de análisis, un concurso literario amañado y su paralela gira promocional. A fin de cuentas, se trata de matar a los fantasmas, a las sombras; quitarse de encima todo ese lastre que nos sirve como disculpa para no dar un paso. A fin de cuentas, se trata como siempre en literatura de palabras; así que ofrezcamos, como muestra de ese tejido titulado Mi padre, ese idiota, su arranque:
«No, infame ternerito, heredero desagradecido, por más que el abuelo Freud te haya llenado la cabeza de conceptos inútiles (caca-pedo-culo-pis) no se puede tratar así a tu viejo, a tu padre y progenitor, a aquel que a fin de cuentas te ha moldeado poniendo al menos ciertos fluidos de su cuerpo, por más que lo único que le agradezcas ahora sea el haberle conocido ya tarde y como tú mismo le dijiste desde esa boquita de pichón le estés sumamente agradecido de que apareciese para poder matarle».
(aviso que yo no gano nada con esto y no aceptaré quejas si os animáis a leerle :p, los que hayáis leído alguna de sus otras creaciones sabéis a lo que os atenéis)
Mi padre, ese idiota
Carlos Segovia
Mi padre, ese idiota es una comedia, una novela corta, un monólogo teatral, una reescritura del mito de Edipo, la antítesis de la Carta al padre de Kafka, una mirada ácida sobre las relaciones de familia y el mundo literario; a fin de cuentas, una bufonada. Porque en la corte solo el bufón tiene derecho a la palabra y a decir la verdad.
Si se trata de ficción o de biografía, de realidad o invención, es algo que el autor nunca nos dejará del todo claro en este selfie literario, en este Proust enloquecido. Un padre aparecido de entre los muertos, un narración incesante que simula una sesión de análisis, un concurso literario amañado y su paralela gira promocional. A fin de cuentas, se trata de matar a los fantasmas, a las sombras; quitarse de encima todo ese lastre que nos sirve como disculpa para no dar un paso. A fin de cuentas, se trata como siempre en literatura de palabras; así que ofrezcamos, como muestra de ese tejido titulado Mi padre, ese idiota, su arranque:
«No, infame ternerito, heredero desagradecido, por más que el abuelo Freud te haya llenado la cabeza de conceptos inútiles (caca-pedo-culo-pis) no se puede tratar así a tu viejo, a tu padre y progenitor, a aquel que a fin de cuentas te ha moldeado poniendo al menos ciertos fluidos de su cuerpo, por más que lo único que le agradezcas ahora sea el haberle conocido ya tarde y como tú mismo le dijiste desde esa boquita de pichón le estés sumamente agradecido de que apareciese para poder matarle».