Ya hemos hablado de este tema en diversas ocasiones. Hoy he leído un artículo que creo interesante y que viene a confirmar lo que muchos, aunque tardíamente algunos :p, hemos venido defendiendo: Si un libro me cuesta, me voy a por otro. Y, si me apetece, ya retomaré más adelante este libro que ahora dejo a medias. Habla también de los libros más dejados, y entre ellos están algunos de los que aquí hemos comentado en hilos anteriores, por ejemplo, Ulises. Se nota pronto que la encuesta no es española porque no aparece El Péndulo de Foucault >:)>:)>:). Y aparece Moby Dick, imagino que por ser lectura obligada en USA a niveles casi de primaria (¿a quién se le ocurrió que Moby Dick es una novela de aventuras para adolescentes?)
http://cultura.elpais.com/cultura/20...79_285570.html
Esta frase que sigue tiene bastante enjundia. Aunque viene a contradecir el enunciado principal de que es terapéutico abandonar un libro que no te gusta, creo que, en realidad, no existe tal contradicción, porque el lector debe ir formándose y, en algunos casos, hay que esforzarse por terminar y comprender algún libro y no desecharlo a la primera dificultad.
Rafael Reig respalda el abandono de libros sin remordimientos. Sin compasión. Sin vergüenza. Creo que lo verdaderamente preocupante no es dejar un libro que no te gusta, sino pasar meses sin que lo que lees te suponga ningún esfuerzo. Eso significa que no estás creciendo como lector. Es como ir al gimnasio: desarrollas un músculo que te dota de más capacidad y te permite llegar más lejos.
...
Porque algunos libros, como algunas personas, merecen una segunda oportunidad.
http://cultura.elpais.com/cultura/20...79_285570.html
Esta frase que sigue tiene bastante enjundia. Aunque viene a contradecir el enunciado principal de que es terapéutico abandonar un libro que no te gusta, creo que, en realidad, no existe tal contradicción, porque el lector debe ir formándose y, en algunos casos, hay que esforzarse por terminar y comprender algún libro y no desecharlo a la primera dificultad.
Rafael Reig respalda el abandono de libros sin remordimientos. Sin compasión. Sin vergüenza. Creo que lo verdaderamente preocupante no es dejar un libro que no te gusta, sino pasar meses sin que lo que lees te suponga ningún esfuerzo. Eso significa que no estás creciendo como lector. Es como ir al gimnasio: desarrollas un músculo que te dota de más capacidad y te permite llegar más lejos.
...
Porque algunos libros, como algunas personas, merecen una segunda oportunidad.