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Tribalismo.

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TRIBALISMO
tribalismo.
1. m. Organización social basada en la tribu.
2. m. despect. Tendencia a sentirse muy ligado

al grupo de gente al que se pertenece, y a ignorar
al resto de la sociedad.
(Del Dicc. de la R.A.E.)


tribalismo
1 m. Organización social en tribus.
2 Tendencia a sentirse solidario con el grupo
de gente al que se pertenece y a ignorar o
rechazar a los demás.
(Del María Moliner)

El tribalismo es “la madre del cordero”. Está en nuestros genes, igual que la veneración, el respeto al fuego, un miedo que a la vez atrae nuestra mirada.

Se pasea siempre tomado del brazo del chovinismo (“1. m. Aprecio desmesurado de lo nacional con desprecio de lo ajeno.”). Les acompaña siempre el nepotismo, si éste se deja ver.


Es la madre de todas las guerras. El racismo, la homofobia, la misoginia, conviven con él, son él.

Cuando apremia hallar la buscada y bendita unión, la “revolucionaria fraternidad”, la Solidaridad, salta como el pus de un grano o cual erupciona la lava de un volcán el partidismo (en política, en las familias, los medios de comunicación, por doquier), los separatismos (asimismo en política, más en religión, y hasta en las Juntas de Vecinos), los Nacionalismos (Los “Acabóses”)… El Gen Egoísta es el padre del Tribalismo Emperador.


Contra él se deshicieron los intentos filosóficos, políticos y/o religiosos que intentaban mejorar al ser humano. “Mi virgencita es más milagrosa que la tuya, mi dios es el verdadero, mi Cristo sana más que el de tu pueblo”… “Mi religión es la Verdadera, la tuya, Falsa”… “In God We Trust” (aquí, está claro que God es God y Alá no)…

El instinto gregario es síntoma, consecuencia del tribalismo. Qué bien se siente uno con un carné de una organización, patente que muestra mi cierto criterio en contra (siempre) de Los Otros, los Gilipollas, Los Malos, Los Asesinos Sin Corazón…

El machismo, el feminismo… Los Ismos…

Los jóvenes, los viejos, los niños; los pobres y/o proletarios, los millonarios, la clase media… Sudan tribalismo, mientras respiran, duermen o andan.

La solidaridad, la “humanidad”, se rinde de continuo (sin admitirlo) contra Él, el rey de nuestra genética y nuestras mentes.

Luego está la oratoria, la propaganda, la publicidad. “¿Cómo no voy a ser nacionalsocialista, si toda Alemania lo está siendo?” “Además: No soy judío, ni gitano ni maricón”… La Publicidad, La Propaganda, para ser eficiente, tiene primero que aprender todo sobre El Tribalismo.

Si sólo en un país, España, mueren 400.000 personas “antes de tiempo” (lo de “antes de tiempo”, es una tontería; la muerte nunca llega tarde ni pronto; pero hemos de entendernos), de cánceres varios, fallos cardíacos, accidentes automovilísticos o de tren o aeronáuticos; algunos de ellos, con dolores atroces y continuados durante años, antes de la liberación que llega con el dejar de respirar… Si mueren (decíamos) eso, mil personas aprox. cada 24 horas, en un solo país, no digamos ya los fallecidos “prematuramente” en Europa, en Asia, en El Mundo…; no importa; no es noticia. Pero ¡ay! Si es un atentado suicida contra dos rascacielos, o unas bombas en unos trenes, o un crucero que explosiona, o un avión que cae… ¡A mesarnos las barbas!


¿Quién no preferiría morir de repente, “bien cebado”, “sin enterarse”; en lugar de sufriendo antes durante años o meses intensos dolores (incluyendo los de la inanición), quién?

A los muertos “muertos antes de su hora” mencionados, en todo el Globo, añadamos los producidos por la inanición, malnutrición y SIDA. Resulta que cada día, igual son uno o dos millones, diariamente… ¡Qué importa! Dediquemos nuestro tiempo libre a ver en la tele el juicio de un señor sospechoso de haber matado e incinerado a sus hijos (dos); sigamos las peripecias del intento de hallazgo del cadáver de una joven asesinada; imaginemos “estremecidos” cómo pudo ser posible que murieran ¡80 personas de una vez! en uno de tantos accidentes ferroviarios…

Si se jubila el dueño de una tienda y deja en la calle a 12 o 15 cincuentones, sin indemnización alguna, tampoco importa; aunque la suma de esas docenas sean centenas al día, miles al mes pero… ¡Si se intenta cerrar una fábrica con 300, 500 o más empleados! Ya es noticia. Más si cortan carreteras con neumáticos ardiendo… El número hace la fuerza (que es poder), la mayoría es la que manda; el que gana un pleito o una batalla o una guerra, es el que “tenía y tiene razón”… El que disiente, contra el torrente de la opinión general, termina siendo “El enemigo del pueblo” (Ibsen).

Salvo que tengamos con ellos una relación amistosa, cariñosa, cercana, nos importa un bledo (nada) incluso el vecino de al lado, “pared con pared”, con el que sólo cruzamos saludos, aunque soñemos (y hasta ronquemos) juntos a tres metros de distancia. Puede estar llorando, cercano al suicidio, abrumado por deudas económicas, triste e inconsolable por esto o aquello… Pero son más importantes los muertos de los que habla la tele; siempre. Podemos ayudar a ese semejante, cercano, pero para ello no tenemos tiempo, estamos mirando a la caja tonta, a ver cómo va lo de “el bretón” o lo del “accidente del avia”; además, es de lo que nos van a comentar (“examinar”) en el ascensor, el bar, el negociado, la oficina… Hemos de mostrar a la tribu nuestra comunión con ella, obedeciendo los dictados del chamán o los varios brujos y jefes.

La Justicia, La Solidaridad, funciona (si funciona) dentro de cada clan. A los demás “que les den”, “fuck you!” Son iguales que yo, que nosotros, que tú, pero son Extranjeros, Negros, Chinos, Orientales, Blancos, Machistas de Mierda, Fascistas Homicidas, Rojos de Paredón, Subsaharianos, lumpen, “sincasa” (“homeless”), borrachos, Sudacas, guiris, indeseables, Sucios, fumadores, Beatos, Ateos, Tontos del Culo… ¡Ay, madre, cuántas cosas son, Los Otros!

¿Dónde va Vicente? Donde va la gente… Pocos son los que ejercitan (no sólo cantaron o cantan) los versos de Brassens/Paco Ibáñez: “En el mundo pues, no hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado…” Pocos pecan, de eso, de independencia del lema del momento; el tribalismo, en esta ocasión, hace virtuosos al resto mientras estigmatiza y excomulga a los torpes disidentes.


“Ningún hombre es una isla por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

No man is an island, Entire of itself, Every man is a piece of the continent, A part of the main. If a clod be washed away by the sea, Europe is the less. As well as if a promontory were. As well as if a manor of thy friend's Or of thine own were: Any man's death diminishes me, Because I am involved in mankind, And therefore never send to know for whom the bell tolls; It tolls for thee.
” John Donne

La poesía que antecede, es una desiderata, un canto al sol, reflexión o consejo o reproche velado por la belleza de la palabra; habla de lo que no fue, ni es ni será. Cuenta sobre una Mentira. Es una Mentira, como cuantos intentos se vendieron y venden como ciertos, con ánimo de mejorar al inhumano ser humano… Aunque sí es acertado decir que todas las campanas doblan (a muerto) por ti y por mí, por todos…

Quien manda es El Chovinismo, El Tribalismo…
© Fernando Sánchez Esteban
B.M.
27-07-13

EDITO: Jo. Quedó casi en un solo párrafo. Voy a ver si lo apaño. Vale.

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